El capacitar a los estudiantes para que realicen investigaciones aplicando modelos matemáticos a otros campos requiere más que enseñarles a analizar sistemas dinámicos. Este proceso requiere invertir la jerarquía científica para que los estudiantes aprendan a establecer una agenda científica. En esta ponencia discutiré las lecciones aprendidas a lo largo de 25 años de formación de estudiantes investigadores en biología matemática, comenzando con el ejemplo extraordinario del Instituto de Biología Matemática y Teórica (MTBI) y luego pasando a nuestras propias instituciones, cada una con sus propias limitaciones. La investigación que ha surgido de estos programas de capacitación demuestra cómo entrenar a la próxima generación de investigadores involucra ni más ni menos que redefinir el esfuerzo científico.